A todo dA.R!

Busca lo que quieras

miércoles, 29 de enero de 2014

MUSICA & CINE

Desde los tiempos del cine mudo (cuando un pianista, a oscuras, matizaba con mayor o menor intensidad lo que ocurría en la pantalla) la música se ha incorporado a la cinematografía como un personaje más.

CINE MUDO CON MÚSICA EN DIRECTO Luces de la Cuidad 



Componer específicamente una partitura para cine, a fin de crear sentimientos y acentuar atmósferas, es siempre una labor que exige sensibilidad y talento.

Acoplar la música a las imágenes requiere una capacidad muy especial por parte del creador para interiorizar las emociones que el realizador pretende provocar en determinados momentos del argumento cinematográfico.
La banda sonora de un filme tiene que reforzar, con sus efectos, las intenciones de cada secuencia, sea con orquestas con ritmos diferentes o incluso con el recurso de los silencios. Esa es la clave para que la simbiosis sea eficaz.




Un realizador puede recurrir a música no concebida originalmente para una obra cinematográfica, o solicitarla por encargo. En este último caso el compositor ha de trabajar en estrecha comunión con el director, para explorar en cada momento del guión y hallar así la fórmula que permita conjugar armoniosamente las imágenes con la música.



Durante la época del cine mudo y los primeros años del cine sonoro aparecieron las principales formas del cine de animación.
Por un lado, las películas más comerciales, destinadas al público masivo, como las producidas por Walt Disney o las que incluían personajes como Popeye o Betty Boop, y por otro lado artistas de vanguardia que contemplaron la animación como una extensión de las artes plásticas y realizaron obras experimentales (Oskar Fischinger, Len Lye, etc.).
Entre medias, infinitas modalidades, desde los cuentos tradicionales en siniestros muñecos animados por Ladislaw Starewicz hasta el "reportaje animado" sobre el hundimiento del Lusitania deWinsor McCay.




El arte de la cinematografía alcanzó su plena madurez antes de la aparición de las películas con sonido, a finales de los años 1920. Muchos eruditos sostienen que la calidad estética del cine disminuyó durante varios años hasta que directores, agentes y el personal de producción se adaptaron al nuevo cine sonoro. En realidad, la calidad visual de las películas mudas –especialmente las producidas durante la década de 1920– era a menudo muy buena. Pero hay una falsa y muy frecuente idea de que estas películas eran primitivas y de mala calidad comparadas con los estándares modernos. Esta falsa concepción se debe a que tales películas presentaban errores técnicos (tales como velocidad de reproducción incorrecta) y a que muchas de esas películas antiguas se conocen por copias deterioradas: muchas grabaciones existen solamente gracias a las copias de segunda o incluso tercera generación que se hicieron, debido a que el filme original estaba ya dañado y descuidado.
En los pueblos pequeños había un piano para acompañar las proyecciones, mientras que en las grandes ciudades había órganos, o incluso una orquesta completa que podía ejecutar algunos efectos sonoros.
PRIMERA PELÍCULA A COLOR

El proceso de Technicolor continuó utilizándose durante los primeros años del cine sonoro hasta que, con el inicio de la Gran Depresión, el número de rodajes se redujo al mínimo y volvió a estandarizarse el blanco y negro. En los años cuarenta, los estudios se desentendieron de estas filmaciones en color. Technicolor, para hacer sitio en sus almacenes, destruyó los negativos, por lo que la mayoría de películas en color de este período se perdió o se conservan sólo copias en blanco y negro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario